El verano está a la vuelta de la esquina, y muchas personas ya han empezado a ponerse bajo el sol para no perder ni un rayo en el proceso de ponerse moreno. Tomar el sol aporta a nuestra piel y organismo en general beneficios como: reforzar el sistema inmune, mejora el metabolismo y fortalece los huesos y dientes, eso sí debe realizarse con moderación.
Con la llegada del verano la piel pasa a ser un tema de interés, se intercambian consejos sobre productos y alimentos que ayudan a conseguir ese moreno tan deseado, se realiza deporte al aire libre, nos vamos de vacaciones (a la playa en la mayoría de casos) en definitiva pasamos la mayor parte del día fuera de casa a altas temperaturas y eso nuestra piel lo nota.
Aunque se debe de cuidar de la piel durante todo el año, en verano las radiaciones solares son mayores y por ello es necesario optar por medidas adecuadas para ésta épocas de año.
El protector solar debe ser tu mejor aliado, no solo durante la estación de verano sino a lo largo de todo el año, ya que continuamente estamos expuestos a la radiación solar. Conseguirás una mayor protección si utilizas un protector de amplio espectro, es decir que filtren tanto los rayos UVA como UVB. Seguro que en tu farmacia habitual sabrán aconsejarte sobre el nivel de protección y crema más adecuada para tu tipo piel.
Debes mantener hidratada tu piel durante todo el día tanto interna como externamente. Asegúrate de beber de 1.5 a 2 litros de agua, en forma de té o aguas de sabores, y combinarlo con frutas ricas en líquidos como el melón, sandía o piña. Completa la hidratación interna con la externa utilizando cremas hidratantes. Esto te ayudará a evitar que la piel se reseque además de evitar que pierda su brillo natural.
Evita las horas en las que los rayos UV son más fuertes, de 10:00 a 16:00, sobre todo si es a principios de verano que es cuando pueden causar un mayor daño en la piel.
Si te duchas antes de irte a la cama te recomendamos realizar una exfoliación de todo el cuerpo y cara, así eliminaras las células muertas en la capa más superficial de la piel, epidermis y ayudarás a estimular la regeneración celular que se da en la dermis, capa de piel más profunda. No olvides utilizar protección solar al día siguiente para evitar la aparición de manchas.
Si por desgracias, has sufrido quemaduras en la piel por el sol lo más conveniente es no exponer la piel a los rayos solares, ya que podría empeorar la situación. Buscar lugares con sombra y opta por remedios naturales que se apliquen sobre la piel.
Un exceso de exposición al sol puede revertir los efectos beneficiosos y causar daños visibles en nuestra apariencia con la aparición de manchas, arrugas y envejecimiento prematuro de la piel o enfermedades más graves como el cáncer de piel. Por ello es necesario cuidar de ella mientras hacemos nuestras actividades diarias, deporte, de vacaciones en la playa o incluso si simplemente salimos a dar un paseo.
