Una de las lacras de la sociedad moderna es una enfermedad oculta, escondida, e imperceptible que llamamos Ansiedad, palabra que se deriva del latín, anxietas, y que significa angustia o aflicción.
Esa particularidad psicológica está relacionada con la supervivencia de la especie, que junto al miedo, la ira, la tristeza y la felicidad, trabajan para preservar la integridad física del ser humano. Es la base de sobrevivir: huir-luchar.
En la era moderna, ese sentimiento comienza con una sensación de irritación ante situaciones que se escapan a nuestro control. Noticias de prensa que hablan de crisis financiera, paro, corrupción, miedo a perder el puesto de trabajo, miedo a enfermarse, miedo a todo….a todo eso, si se le añade el tabaquismo, el alcoholismo, el sobrepeso, el miedo al fracaso, incluso el no gustarse a si mismo físicamente, ya tenemos todas las papeletas para padecer esa angustiosa condición psicológica y comienza el paciente a padecer jaquecas, temblores, dolores articulares debidos a espasmos musculares por la tensión a la que estos se encuentran sometidos, estado de nerviosismo constante, insomnio e incluso falta de memoria, llevando a quien la padece hasta ser hipocondríaco, respuesta ante tantos síntomas que no tienen explicación.
El ser humano ignora que como consecuencia de ello, su estado inmunológico se deprime, y se abre las puertas a todas las enfermedades que hasta entonces eran controladas por ese salvaguarda de la salud.
¿como se puede controlar todo ese proceso?
Mediante una actividad física regular, ya que ésta puede mejorar nuestros niveles de energía mientras gastamos calorías. Puede ser cualquier deporte aeróbico que active nuestro cuerpo, tal como andar deprisa, correr, nadar, ciclismo, gimnasia aerobica, etc…, y si es bajo control de un profesional que nos pueda guiar, mucho mejor.
Además, el ejercicio controlado y regular (3 veces por semana, mínimo una hora por sesión) previene y controla las enfermedades del sistema cardíaco-vascular, la diabetes, la temida descalcificación ósea o osteoporosis. Sepas que el ejercicio físico actúa sobre el cerebro liberando 3 sustancias mágicas que te harán feliz:
– Serotonina (la hormona de la felicidad)
– Endorfinas (morfina que sintetiza nuestro cuerpo y que alivia el dolor y nos hace sentir muy bien)
– Dopamina (que como su nombre indica, nos dopa, nos hace sentir fenomenal).
Añade a lo dicho, el el ejercicio físico aeróbico llevado a cabo 3 veces por semana como te comenté antes, evitar la aparición del Parkinson, el Alzheimer, la Depresión y el Trastorno Bipolar, evitando a la vez el cáncer y los ataques cerebro-vasculares.
Los deportistas tienen mejor concepto de si mismos y una elevada autoestima, lo que favorece su confianza en si mismo, su estabilidad emocional, y su auto control mejorando así su salud mental, eliminando ansiedad, mejorando su ánimo.
Anímate, sal de la ansiedad y de la enfermedad. Es fácil: Haz deporte.
