¿Alguna vez has sufrido una contractura? debes saber que las contracturas no solo se dan en los deportistas sino también en personas con un estilo de vida sedentario, mayores, personas con un ritmo de vida estresante, a la adopción de malas posturas e incluso pueden aparecer a causa de una alimentación deficiente.
¿Qué es una contractura muscular? Es la contracción, como su nombre indica, de forma involuntaria de un número de fibras musculares de un músculo o grupo de músculos, durante un tiempo prolongado. Los lugares sobre los que se suelen dar con más frecuencia son: muslos, pantorrillas, glúteos, cuello y canales vertebrales.
Al tratarse de una dolencia de carácter leve con el seguimiento de unas sencillas pautas podremos hacer que el dolor se reduzca o incluso lograr que desaparezca.
El primer paso es evitar el gesto que crea la contractura, aunque suene lógico se pueden dar ocasiones en las que se cree que solo ha sido un desafortunado movimiento y repetir el mismo gesto pocos días después de la recuperación, lo que hará que el dolor reaparezca.
Cuando aparece la contractura es recomendable aplicar calor seco (una bolsa de agua caliente o una manta eléctrica, por ejemplo) ya que no solo causarán un efecto analgésico y relajante también se conseguirá una depuración sanguínea del segmento muscular gracias a que el calor actúa como un potente vasodilatador.
Para hacer frente al dolor se puede recurrir a los baños de contraste, darse baños en los que se alterna el agua fría y el agua caliente, de esta manera conseguiremos mejorar la circulación sanguínea.
No podemos olvidarnos de los antiinflamatorios, ya sean de uso oral o de aplicación cutánea contribuirán de manera significativa a deshacerse del dolor.
Otra alternativa más natural son los masajes, ponerse en las manos de un masajista profesional conseguirá erradicar la dolencia por completo.
Una vez ha desaparecido la contractura ¿cómo se puede prevenir su aparición? Si eres una persona con tendencia a sufrirlas presta atención a los siguientes puntos:
Evita realizar gestos o movimientos repetitivos, ya que estos favorecen la aparición de las contracturas, en el caso de que no puedas evitar los movimientos repetitivos ya sea por la práctica de algún deporte o por tu trabajo procura realizar habitualmente estiramientos.
Adoptar y mantener una postura correcta mientras estas sentado en una silla, trabajas, practicas deporte o duermes.
Relacionado con el primer punto, realiza calentamientos para preparar el cuerpo, activar los músculos y articulaciones, antes de empezar una actividad física, el calentamiento deberá ir acorde a la intensidad de la actividad física.
Algunos de los tratamientos para apaliar el dolor también sirven para prevenirlos así que es recomendable que tomes baños de contrastes, masajes o aplicar calor cuando para evitar su reaparición.
Ahora que conoces las pautas para enfrentar o prevenir las contracturas musculares podrás disfrutar de tus actividades habituales, ponlas en práctica para llevar una vida más saludable y exenta de dolor.
