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La actividad mental está muy ligada a la enfermedad

Si estudiamos la mente, la ciencia la ha dividido en tres esferas bien diferenciadas:

1-La conciencia o el consciente:

Es el estado cuando estamos despiertos, y durante el cual nuestro Electroencefalograma oscila siempre entre 2 ondas cerebrales: Gamma y Beta.

Ondas Gamma: es el mundo de la máxima estimulación, la combinación de sonidos y luces estroboscopias (discotecas). Son frecuencias por encima de 32 C/S. Si alcanza 52 ciclos, en la mayor parte de los casos se produce una parada cardíaca.

Ondas Beta: Es el mundo físico, el de los cinco sentidos.

La actividad cerebral oscila entre 14 a 21 C/S en estado de relajación pero a mayor estrés, mayor frecuencia, llegando a alcanzar los 32-33 c/s.

La beta-consciencia está asociada con la atención enfocada y el pensamiento activo de una mente vuelta hacia el mundo externo, alerta máxima, vigilante, miedo, risas etc.

En este ritmo se manifiesta el más alto grado de excitabilidad cortical.

 

2-El subconsciente:

El almacén, reservorio de todas las enseñanzas, valores, frustraciones y cosas malas que la mente consciente no puede admitir, por lo que la encierra y la almacena. En otras palabras “es el pozo negro en donde guardamos todo lo que no aceptamos”.

Subconsciente y sus ondas cerebrales: Alfa, Theta y Delta.

Ondas Alfa:

Ondas del aprendizaje. Es el estado de relajación. Se produce de forma fisiológica en la primera media hora del sueño y media hora antes de despertarse, y varias veces durante el sueño. Y se produce siempre al elevar la mirada hacia arriba, y cuando cierra sus ojos y se relaja. por lo que la corteza cerebral cambia de frecuencia que oscila entre 7 a 14 C/S.

Producen relajación agradable, pensamientos tranquilos y despreocupados, optimismo.

Se relaciona con la tranquilidad, la creatividad, el inicio de actividad plena del hemisferio izquierdo y la desconexión del hemisferio derecho

Se emiten de forma fisiológica desde la fase fetal hasta los siete años. Entre los 7-14-años, pasamos la vida entre Alfa y Beta, y a los 14 años pasamos definitivamente a beta.

Mirar arriba (discursos de políticos desde los balcones, de los jeques, los curas, los rabinos desde los púlpitos) obligan a la gente a mirar hacia arriba, al orador. Forzosamente tienen que volver sus ojos hasta arriba para verle, y así de forma inconsciente, graban en su subconsciente toda la información que se les transmite de una forma subliminal.

Los niños, debido a su pequeña estatura, se ven obligados a mirar hacia arriba a los adultos, por lo que toda la información es percibida por su virgen cerebro, pasando directamente al subconsciente, saltando todos los filtros sensoriales, y almacenadas sin cuestionar. Esa es la propaganda subliminal.

 

Ondas theta:

Sueño profundo. La frecuencia oscila entre 4-7 C/S. Se producen en meditación profunda, entrenamiento autógeno, yoga…. Las características de este estado son: memoria plástica, mayor capacidad de aprendizaje, fantasía, imaginación e inspiración creativa. Y es el equilibrio entre los hemisferios izquierdo y derecho, plenitud y armonía.

 

Ondas delta:

Es la fase de inconsciencia. La frecuencia oscila entre 0.4 a 4 C/S.

Es el estado del sincope, comas, desvanecimiento, inconsciencia. Sus estados psíquicos correspondientes son el dormir sin sueños, el trance y la hipnosis profunda.

Las ondas delta resultan de gran importancia en los procesos curativos y en el fortalecimiento del sistema inmunitario (anticáncer).

 

3-El inconsciente:

Es la grabación en el cerebro de todos los actos mecanizados: “mover el brazo derecho con la pierna izquierda al caminar” para ahorrar energía. Yo no tengo que pensar en avanzar mi brazo derecho al adelantar mi pierna izquierda cada vez que camino. Es un gasto inútil.

El 80% del gasto energético de un ser humano se realiza durante las horas del sueño por consumo cerebral. El 10% de ese gasto es utilizado por la digestión alimenticia. El otro 10% es dedicado a la actividad física.

Visto lo anterior, en la mente, quien realmente tiene el poder es el subconsciente, y que la personalidad y la salud de los individuos se conforma como un «aprendizaje» en el vientre materno y en la niñez hasta aproximadamente los 7-8 años.

Aquí la explicación:

Nuestro cerebro es el órgano vital que funciona por electricidad, medida en microwatios y registrada por Berger en 1930.

Desde el instante en que el espermatozoide y óvulo se fusionan, pasando por la mórula, blástula, embrión y feto, ya tenemos una identidad.

Pues bien, si el 80% de mi inteligencia es heredada, el 80% de mi físico es heredado, es algo que está fuera de mi elección y todo lo que soy ahora es la combinación de algo que yo no elegí, como tampoco el embarazo de mi madre de mí.

Si hay suerte y el embarazo es deseado, la madre es feliz, y constantemente segrega los cuatro neurotransmisores de la felicidad (serotonina, dopamina, endorfina y oxitocina la hormona que desencadena las contracciones del parto, y a la vez es la hormona del amor. “No hay orgasmo sin oxitocina”) que pasan a través de la placenta a ese nuevo ser, y éste está feliz.

Sin preocupaciones, nadando a 37 grados dentro del vientre de su madre, pleno de felicidad y buenas hormonas. Así comienza la historia de ese nuevo ser, y su prolongación tras el parto será la continuación de la estancia intraparto.

En caso contrario, si es un embarazo no deseado, desgracias familiares, guerras, depresión, etc. Se segregan neurotransmisores tristes (cortisol, adrenalina y norepinefrina), y que de la misma manera que el caso anterior, pasarán a su sangre, llevándole a la tristeza, la angustia y a la depresión. Su vida también, una vez que nazca, será la continuación de su estancia intrauterina.

Sin poder elegir, nuestro sino ha sido obra de nuestros progenitores. Impotencia. Ya se ha configurado nuestro subconsciente, que es millones de veces más poderoso y más importante que la mente consciente. Utilizamos el subconsciente el 95 por ciento del tiempo, pero no lo podemos controlar.

La mayor parte de las enfermedades que tenemos de adultos, como el cáncer, tienen que ver con la programación y el entorno que vivimos en los primeros siete años de vida. Es decir, los niños absorben también sus enfermedades o sus actitudes negativas, y así se “programa” su subconsciente. ¡Qué gran responsabilidad para los padres!

Está demostrado que si un niño adoptado vive en su familia casos de cáncer, en su madurez puede padecer cáncer, aunque su genética sea diferente. Si te enseñaron a maltratar tu cuerpo con mala información, destruirás el vehículo de tu cuerpo, cuyo conductor es la mente. El futuro es una mejor educación para los niños, incluso en la etapa prenatal.

“Los jesuitas decían hace más de 400 años: dame un niño de hasta 7 años de edad y te daré un jesuita para el resto de su vida”.

Y te preguntarás ¿Por qué?

Imagina el cerebro como un ordenador que acabas de comprar. Es un ordenador virgen, que tiene un sistema operativo y un disco duro. El sistema operativo es la mente que manda y el disco duro es el cerebro que ejecuta sin cuestionar. No sabe más. No importará cuanta capacidad puede tener ese disco duro, pero lo que está claro es que lo vamos llenando con programas. Esos pueden ser de gran calidad, de enseñanzas positivas o al contrario, programas tóxicos, negativos, etc.

Sin saber, el subconsciente ha sido programado durante el embarazo, las enseñanzas tanto en el domicilio por la familia y en la escuela. Y no importa dónde va el consciente y lo que cree, siempre es el subconsciente es el que gobierna.

El 70% de la programación cerebral y los pensamientos antes de los 7 años tienen mucho poder. Asientan la falta de autoestima, la renuncia al poder, con lo negativo, y con el auto sabotaje.

Es curioso. Al estar enamorado, las doctrinas del subconsciente y sus reglas son sustituidas por la consciencia, y por ello nos sentimos sanos, eufóricos, felices, y es por haber podido saltar la férrea doctrina de las creencias y tabúes del subconsciente.

El gran poder lo sabe. Son expertos en la manipulación a través de los medios y su dominio de la industria como la prensa, las farmacéuticas, cuya influencia sobre la sanidad local y mundial es enorme.

Parece que todos están confabulados para que la humanidad viva bajo el terror de la amenazas “guerras, epidemias etc.” Para que estemos siempre enfermos, asustados, bombardeados a diario con tragedias y con el corazón en un puño… para así enfermar, y no cuestionar… y consumir lo que nos quieren vender.

zesis

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