¡Cuántas veces hemos oído a nuestros padres: “¡Tenéis que hacer una buena digestión!”. Y es que no les falta razón. La buena alimentación favorecen una correcta nutrición y digestión, porque “no somos lo que comemos, somos lo que digerimos”. A continuación te vamos a dar unas cuantas pautas para ayudarte a mejorar tu digestión:
– Comienza el día con un buen desayuno, que tiene que contener un lácteo, una pieza de fruta y algo de cereales.
– Masticar bien los alimentos, porque sino dificultará la digestión.
– Comer en un ambiente relajado y tranquilo.
– Comer sentados, en buena posición y con ropa cómoda para evitar presionar el exceso de abdomen.
– Comer siempre más o menos a la misma hora, así nuestro cuerpo se habituará a la rutina.
– Evitar las bebidas gaseosas durante las comidas. La mejor bebida es el agua.
– Cuando se termine de comer evitar realizar ejercicios intensos, limitaría la digestión.
– Hacer entre 4 y 5 comidas no muy abundantes a lo largo del día.
– El proceso de digestión es algo lento, por lo que si comes muy deprisa, no conseguirás digerir bien los alimentos, y te sentirás hinchado.
– Cena pronto y algo ligero. Lo mejor para nuestro cuerpo es que dejes pasar al menos 2 horas antes de dormir.
– ¡Escucha a tu cuerpo! Él sabe cuando estamos llenos.